Comentarios al texto "La Ley de Borsodi, en el siglo XXI: por qué insistir en las cooperativas" (2)
Bien, para continuar con las observaciones a la "Ley de Borsodi" en esta oportunidad daremos un giro histórico; en vez de analizar la importancia que tiene la concentración de la propiedad de sectores estratégicos como los hidrocarburos por parte de grupos políticos para hacerle frente a la hegemonía angloamericana como fue en la entrada anterior. Esta vez nos ceñiremos incluso al origen del Estado. Lo tomaremos cuando comenzó el Sahara en volverse paulatinamente árido; pues es ahí, y en otros grandes ríos áridos, donde comienza el "laboratorio político" y la estatalidad se extendió por el globo terráqueo.
El cambio de la inclinación del planeta Tierra y el patrón de lluvias hizo que estos lugares se volvieran más áridos. El desierto prevaleció. De ese modo, las personas se vieron aglutinadas en las orillas de los grandes ríos (Nilo, Éufrates y Tigris, Karún, Indo) para poder sobrevivir, hace al menos unos 8000 años. Es así que se da el fenómeno de la exhaustividad. Esta es una propiedad relacional; es decir que la posee un sociedad humana en cuanto depende del entorno o ambiente donde se desarrolla. Más concretamente se refiere a que un grupo no tiene acceso a más tierras que las que controlaron los grupos dominantes; por tanto deben trabajar para ellos, o entregar el excedente económico de la producción en manera de renta o tributación. Es clave entonces que la tierra se vuelve escaza, de ese modo se jerarquiza la población acorde a la tenencia de la tierra: donde los recursos son abundantes no se logra imponer la dinámica de apropiación.
Si vemos a las sociedades como un sistema, entonces la exo-estructura es la la interacción entre los seres humanos (componentes del sistema) con los factores bióticos y abióticos del ambiente (entorno) es así que se tornó clave que desaparecieran los verdes prados donde pastaban el ganado vacuno de los pastores que llegaron del Cáucaso, para dar lugar a las arenas del desierto. Aumentó la densidad poblacional y con ello se volvió un hervidero poder convivir en las orillas de los ríos. Debió ser el caso que quizás los grupos mejor organizados se lograron imponer y plantaron un orden social favorable. En consecuencia las personas para poder tener acceso a la tierra debieron entregar el producto agrícola obtenido.
Sin embargo para hablar propiamente de la estatalidad como fenómeno político es necesario reconocer el carácter de supra localidad. En otras palabras, no basta la dominancia sobre las personas medianamente cercanas o "conocidas" como es en las jefaturas tribales (pueblos germanos, jinetes asiáticos) sino es preciso poder hostigar a personas lejanas y "desconocidas". Por supuesto mientras la tierra abunda no es posible extraer rentas a las comunidades locales, pues sencillamente pueden movilizarse a otras tierras. Como se aprecia, abarcar exhaustivamente el territorio es fundamental para poder buscar rentas.
Como vimos en otra entrada la coordinación Estado y unidades productivas se facilita en la medida que prevalezca la gran propiedad, por ejemplo las haciendas. Podemos ver que el nuevo sistema tiende a reforzarse pues para poder buscar rentas es necesario copar todos los territorios circundantes. De ese modo se da no solo la exhaustividad, privación de tierras, frente al entorno; sino también se da entre los grupos que integran la sociedad. Aparece una clase media que ejerce funcionen de vigilancia en las plantaciones, funcionarios gubernamentales, burocracia, guerreros, etc. Si aceptamos el índice de Palma entonces tendremos que aceptar el punto de vista el cual la clase media se quedaba con el 50% del ingreso nacional. Se infiere que para ser viable la dominación de supra localidad fue necesario un ejército de burócratas, militares, y dentro de las granjas para poder controlar ese modo de vida.
La cooperación entre los distintos estamentos antes descritos fue lo que evitó la descomposición de esa nueva formación social. No ocurre como en comunidades de cazadores recolectores que predominó la vida por millones de años de las especies humanas, e incluso las sociedades agrícolas hasta el año 1500, donde la producción se divida más o menos en partes iguales; ni tampoco de las jefaturas tribales que toman una mejor parte para sí. Para que el sistema se refuerce así mismo, bajo la estatalidad -con el fuerte carácter de más allá de lo local- la mitad del ingreso se le entrega a la clase media. Esto de alguna manera garantiza que en cada posible escenario, en el día a día, todas las interacciones entre las personas se da una retroalimentación positiva pues se entiende que garantiza sus condiciones de vida, y resulta indiferente si los poderosos toman mucho o poco del excedente final.
De manera que la exhaustividad no solo se da frente al territorio sino dentro de las relaciones humanas. A las familias dominantes les resulta imposible controlar toda acción, actividad, conversación, por ende necesitan confiar en los subalternos y delegados para emprender la tarea. Existe una simbiosis al permitir manejar la mitad del ingreso nacional. Esto es por el manejo de información "bits" y la gran cantidad de actividades que se deben desenvolver en una sociedad que ha tomado el rumbo de convivir bajo la tutela del Estado. Podemos ver a la clase media como un tipo de pegamento o bisagra en esa nueva realidad de la supra localidad. En algunos casos facilita que el 10% más rico sustraiga mayor renta del 40% más desfavorecido -por supuesto poder fijarlo hay que revisar los contextos históricos y culturales que se observen.
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