Para qué sirve el derecho

 

De acuerdo a Pashukanis (1891-1937), jurista ruso, de pensamiento marxista, el derecho no es más que un reflejo de las relaciones económicas en una sociedad. Si estas relaciones se estructuran en un sistema capitalista pues el derecho va dar cuenta y ser funcional para que se sigan reproduciendo las condiciones que favorecen a los dueños del capital. Estos planteamientos tienen un enfoque que llaman determinismo económico, imperialismo económico o economicismo y es que los mecanismos económicos son causas y lo demás tanto en política, cultura, historia, etc. son efectos. 

A los autores que se inscriben en planteamientos similares se les llama instrumentalistas en oposición a los voluntaristas que vienen siendo más kantianos al tener la fe que el derecho es una discusión racional y moral, el que exprese los argumentos más sólidos apegados al ideal de justicia obtiene la decisión judicial favorable; al menos así los "encasilla" Pierre Bourdieu (2001). Sin embargo, Bourdieu crea un planteamiento más refinado que logra salir del economicismo - pero no del instrumentalismo aun cuando el sociólogo francés cree que sí, al describir una tercera corriente en el "autonomismo relativo"- como un gran ebanista le da unos grandes acabados a su madera.

Para ello se vale de los conceptos de capital económico, capital cultural, y capital social. De ese modo, ve que los pleitos se definen internamente, debate probatorio por decirlo prontamente, y por factores externos. A saber, la cantidad de dinero y recursos que pueda movilizar una persona para el caso; los conocimientos y experiencias que posea; y por último, igualmente importante, las relaciones sociales, tráfico de influencias, lobby, la capacidad de incidir en otros, difundir en los medios de comunicación, etc. En esos tres capitales se resume la capacidad de obtener una decisión favorable.

Por eso, Bourdieu sigue inscrito en el instrumentalismo porque él ve el derecho como otra arena donde se imprime "la ley del más fuerte". Se puede entender que el derecho no es más que el vestuario con el que se cobija un maniquí; y ese maniquí es el poder. Lo que hay que aceptar es que le hace un giro para que no todo dependa de la relación del capital como los marxistas, sino por el contrario resalta los saberes individuales y el grado de influencia sobre los otros asociados.



El derecho como terapia cognitiva




Visto así podría uno pensar si se impone "la ley del más fuerte" ¿Qué sentido tiene que exista en una sociedad desigual la rama judicial? ¿Para qué gastar presupuesto público pagando funcionarios que en la mayoría de los casos defienden los privilegios de unos pocos a costa de las mayorías? ¿No es esto dilapidar recursos que podrían usarse para instalar, por ejemplo, un acueducto? En este punto debo aclarar que no busco defender, ser el paladín o apologista del capitalismo, sino entrar en el núcleo o kernel como lo llaman en informática del pensamiento de los que hacen la política pública en Occidente. -Para mi crítica al statu quo véase La Ley de Borsodi.

Pues bien, lo primero es que Pashukanis, Bourdieu, entre otros que critican el estado vigente lo hacen desde un enfoque holista, o individuo-holista (no confundir con el sistemismo) para ellos el individuo no cuenta, o no tiene un papel preponderante en la realidad. Tratan a la sociedad como un todo ensamblado y el nivel de vínculos es tan alto que se vuelve indivisible. Por eso solo tratan con agregados sociales. Por el contrario, los que diseñan la política pública reconocen al sujeto.

La manera de conciliar por parte de los hacedores  de política pública entre "la ley del más fuerte" y los individuos y sus familias es el derecho. Entonces el derecho se presenta como una opción terapéutica -que siempre tiene que ser individual, pues no existe el inconsciente colectivo, o la memoria colectiva, porque los que aprenden y olvidan son los cerebros particulares en un contexto social, no existe entidades inmateriales más allá de los sistemas nerviosos-. Por tanto, en una sociedad altamente desigual en todos los ámbitos, el derecho en sus distintas ramas (civil, comercial, laboral, penal, constitucional, internacional) disfraza "la ley del más fuerte" pero ayuda a hacer tránsito en las fases del duelo; descritas en el modelo Kübler-Ross, definido por la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross.

Es así que está concebido no como un lugar de debate donde la argumentación jurídica más sólida se establece como la verdad verdadera -jerigonza del mundo judicial- sino un escenario que ayuda a dar tránsito desde la negación de la presunta responsabilidad en algún caso laboral o civil hasta la resignación prácticamente en la decisión que se ve comprometido, con opciones de negociación. Por eso, tiene espacio para deliberar, y tomar la palabra a modo de catarsis liberador para el paciente de la acción judicial. 

No pasar por alto que el elemento central es el individuo por eso el derecho se presenta entonces como una terapia cognitiva para evitar que se atenten contra bienes jurídicos tutelados propios o ajenos.  Es un manejo que no cambia la distribución de la riqueza, si se quiere simplificar en esas palabras, pero permite a la persona ser oída y expresarse. Alguien puede decir que eso es superfluo o poca cosa; pero piense en las personas privadas de la libertad en Guantánamo (cárcel estadounidense) sin haber tenido siquiera una legalización de captura, y menos un juicio, condenados de por vida desde el día que fueron aprehendidos. Situación que fue declarada inconstitucional por el Supremo Judicial Norteamericano. Claramente, es una manera de amplificar el castigo.

En conclusión, están los que como Luigi Ferrajoli considera que el derecho es un freno o límite al poder en una sociedad democrática bajo el garantismo. Por otro lado, están algunos sociólogos como Bourdieu que ven el derecho como otra expresión del más fuerte que logra imponer la resolución judicial. Pero estás líneas sirven para invitar a no perder de vista que las sociedades son personas con sus relaciones vinculantes: no ignorar el árbol por solo ver el bosque.




Bibliografía



Bourdieu, Pierre (2001). "Cap. V. La fuerza del derecho. Elementos para una sociología del campo jurídico" en Poder, Derecho y Clases Sociales. Ed. Desclée de Brouwer. Bilbao, España. Páginas 165-223

Pasukanis, E. B. (1976). Teoria general del derecho y el marxismo. Colombia: La Pulga.

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