"Lo que no te enseñan en las clases de microeconomía"
El estudiante de economía llega al salón de clase con ello empieza a familiarizarse con una serie de conceptos que los hará parte de su canon. No se enseña a ser crítico de pensamiento. Por el contrario, entre más rápido aprenda la jerga de la facultad será un "iniciado" en la industria académica y más chance tendrá de ocupar una plaza. Sin embargo, las decisiones cuando hacen parte del gobierno o las compañías afectan a millones de personas por tanto no pueden quedar en manos inexpertas que su mayor mérito haya sido aprobar los exámenes del pregrado. En los planes de estudio, se aprende aplicar el cálculo infinitesimal a supuestas teorías de la microeconomía.
El precepto fundamental es que las empresas buscan maximizar la función de beneficio o ganancia; o lo que es lo mismo, minimizar el gasto. Se entiende que la diferencia entre los ingresos por venta (cantidades a un precio dado) y los costos de producción dan el margen de ganancia. Pero acá es donde el contrabando o violación del principio de buena fe académica empieza a hacer de las suyas, sin apenas percatarse el novel economista. Este entiende que está estudiando la ciencia de "asignación eficiente de recursos escasos" más no filosofía, no se preocupa entonces por el trasfondo general de la ciencia. Es así que el llamado <individualismo metodológico> pasa inadvertido.
Recordemos cuál es el enfoque del individualismo metodológico. En primer lugar, es una manera indirecta para decir que los seres humanos son siempre egoístas; esta afirmación no tiene respaldo empírico, porque la evidencia muestra que solo en la tercera parte de los casos se cumple (el defecto acá es de realismo). En segundo lugar, hace parte de la cosmovisión analítica del mundo el cual supone que solo basta entender las partes para entender el todo; redunda en un exceso de reducción. En tercer lugar, supone que los seres humanos son como los caballos de carreras en los hipódromos los cuales cada uno corre y pretende llegar a una meta antes que los demás. Pese a las creencias de los economistas ortodoxos, ni los caballos ni los seres humanos se comportan de esa manera. Más bien, la cooperación y la solidaridad son clave para la supervivencia.
De esa manera el estudiante de microeconomía pierde de vista que las sociedades son sistemas conformados por sus integrantes y sus interacciones. No es suficiente ver a los agentes sino que es necesario comprender sus relaciones. Aún más, la economía por sí sola no camina; en un modo de producción capitalista el Estado representado como el "puño visible" -por seguir la metáfora de Adam Smith- es esencial para obtener ganancias en el sector productivo y por ello se privilegia la conformación de los oligopolios véase la Ley de Borsodi. Los planificadores de la política pública de occidente sí saben esto.
Ahondemos un poco más en el asunto interpretativo de reducir costos en microeconomía. La cara dorsal de minimizar costos necesariamente significa implícitamente apostar por una estructura que permita subsanar los costos de producción reduciendo los costos logísticos según la Ley de Borsodi. Eso significa uso intensivo de transporte naviero, es el más eficientes en términos monetarios y en sentido de calorías. ¿Por qué los que hacen la política pública toman esas decisiones? La razón es que ellos no aplican el individualismo metodológico sino que utilizan el sistemismo en el diseño e implementación de los proyectos, planes y programas de gobierno. En otras palabras, para reducir costos no es en solitario sino en conjunto como se aprecia en la imagen 1 donde cada firma se encuentra en un escenario de menor costos gracias a la decisión estatal: eso hace que le den prelación a las logísticas más efectivas. -Ahora sí aparece el espacio-tiempo -.
También es bueno señalar que cuando en la arista económica se está hablando de minimizar costos en la arista política se está hablando de la ventaja estratégica militar que aporta el poder naval a una sociedad con vocación imperialista. Esto es cierto por la gran movilidad de los factores, los grandes volúmenes que se puede transportar y, finalmente, la autonomía que presenta los distintos contingentes donde se necesitan. Vemos así que en todo momento se están expresando las mismas ideas pero las invisibilizan al presentarlas desde el individualismo metodológico. La crematística o acumulación desmedida de riqueza es propensa a reducir costos por medio de las largas distancias (separación) haciendo uso de las flotas navales. Contrario a los que prefieren tener el poder territorial que más que aumentar sin límite su riqueza lo que quieren es conservar los privilegios -escenario más propio de un feudalismo.
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Imagen 1 |
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